El primer ministro, en sus últimas declaraciones, hace referencia a los problemas del gobierno a Alan García. Aunque no es directo y contundente, las afirmaciones del Jiménez, de vital importancia, no encuentran resonancia en medios que solo se interesan por las manías y errores de Nadine Heredia.

En ese sentido, el primer ministro se ha convertido en el principal defensor del gobierno y ha empezado hace unos días a salir en los medios con mayor presencia. Sus declaraciones son síntoma y reflejo de cómo se maneja el ejecutivo en momentos de crisis política y huelgas en varios sectores del Estado. 

El Premier analiza el proceso de gobierno de Ollanta Humala y emite opiniones sobre las grandes y futuras reformas que el Gobierno implementará.

Afirma el funcionario: "El presidente hizo una reflexión sobre la consistencia de las políticas de gobierno con el discurso que se dio el 28. En un año importante porque se han planteado los grandes retos para los próximos 12 meses. Estamos abordando la pobreza, la exclusión, aspectos sustanciales de la cosa pública del país, con un enfoque de probidad y transparencia". 

Los resultados de dichas reformas son a largo plazo pues el Estado está tratando de desarrollarse, de ampliarse, y de llegar a los menos beneficiados a través del puente del crecimiento económico que viene fallando, pero el ministro augura un futuro Estado con mayor presencia en todos los sectores sociales.

Dice Jiménez: "Estamos comunicando mal, ni lo necesario. Estamos haciendo las inversiones públicas más importantes de la historia desde el punto de vista económico y nadie lo sabe".

Es un punto importante que el ministro reconozca que el problema de comunicación es el inicio de un mal manejo político. Quizá las criticas más duras al gobierno de Humala no son las reformas en sí mismas, sino que en realidad  se sabe poco o nada del alcance y efectos de estas. Una mala comunicación es un error político que puede pasar factura. El caso de Susana Villarán es un ejemplo de lo Ollanta Humala no debe hacer.

Argumenta Jiménez: "Los programas sociales no tienen ninguna marca política. Hay cosas que los que opinan no ven, pues solo hay valoración de lo que se convierte en escándalo".

Lo que pasa es que Ollanta Humala tampoco tiene un 'gran' partido que representar. Y eso lo dice Gustavo Gorriti respecto al tema del 'pragmatismo' de Humala. Sí, el premier dice que no hay ninguna marca política, y es cierto porque las soluciones a problemas hasta el momento han sido fugaces, superficiales, 'pragmáticas' y esto no necesariamente soluciona taras estructurales del Estado peruano. 

Las reformas

Jiménez afirma que no ha habido grandes reformas desde la caída del fujimorismo.

"Las grandes reformas recién están por venir. Hemos implementado algunas como el voto preferencial, otras de tipo constitucional y también en entidades claves del Estado: las Fuerzas Armadas y la Policía. Además, en diciembre se aprobó un paquete normativo que modernizará el Ministerio de Defensa".

Además, el premier dijo que el gasoducto de gas natural es una de las obras emblemáticas del gobierno y también lo es el polo petroquimíco del sur, que es una obra monumental que generará progreso e industria en todo el país, según el ministro. 

El factor García

Parece que la idea actual de gobierno en términos políticos es marcar una clara diferencia de los gobiernos anteriores. Con García y Toledo en el imaginario de la ciudadanía como los grandes corruptos de la última década, Humala tendría un gran capital que podría darle los puntos que lo harían dormir tranquilo. 

Pero tener de enemigo a Alan García no es fácil.

Dice el premier:

"Las criticas son bienvenidas, pero hay que tener autoridad para plantearlas. Tenemos 1700 millones de soles en obras paradas, que dejo Alan García por mala construcción, problemas por malos contratos. Además, el expresidente está vinculado a más de 500 procesos penales que representan más de 1400 millones de soles entre 2006 - 2011. Los proyectos Majaz y Santa Barbara fueron paralizados en el gopierno de Garcúa y hemos tenido que solucionar con más de 2000 millones de dólares".

Parece que el gobierno está cambiando de táctica política. ¿Le funcionará?

"En temas concretos, la oposición se ha negado a todo. El fujimorismo ahora sale como el gran defensor de Derechos Humanos y laborales y se opone a la ley Servir. Es una cosa sorprendente. Cuando se buscan consensos para planteamientos sutanciales, el aprismo y fujimorismo son los primeros en romper esquemas. Nunca se puede llegar a acuerdos con ellos", afirma Jiménez.

Agrega el premir: "El Apra no está acompañando a las reformas y generas distorsiones. Pero también hay una oposición constructiva como el PPC y congresistas independientes que tienen papel importante". 

Los metales y la economía

Es una realidad que el precio de los metales podrían afectar el crecimiento de la economía. Sobre todo, porque el Perú es país minero y cientos de miles de ciudadanos dependen de la producción de oro y cobre. Al respecto, reflexiona el ministro:

"El precio de los metales podría afectar el desarrollo de algunos grandes proyectos para los próximos años. Sin embargo, Perú genera riqueza por la cifra histórica de más de 8500 millones, por eso que tenemos confianza de que el tema de los metales no afecte. Humala enfrenta el desarrollo frente a la economía con temas alternativos que llevarán a una industralización del Perú. Queremos que el sector industrial se haga más fuerte y genere mayor empleo y capacidades a través de la transferencia tecnológica, un tema que para el presidente es muy importante", sentencia el premier. 

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