Durante estas semanas hemos visto el importante rol que ha jugado internet y las redes sociales para la canalización de indignación en las protestas contra la llamada “repartija” por la elección de cargos en el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y el Banco Central de Reserva. Sin exagerar podríamos señalar que el miércoles 17 de julio, #17J, se desarrolló la primera protesta peruana organizada en unas cuantas horas mediante las redes sociales. Ayer, luego de días de coordinaciones y publicidad por redes sociales y otros medios, los ciudadanos tomaron las calles en Lima y otras ciudades del país bajo la convocatoria de #tomalacalle #22J.
Pero no es la primera vez que hemos visto a las redes sociales jugar un rol importante en la política. De hecho, durante esta década se ha resaltado el papel de internet en la producción y difusión de información, así como su capacidad de introducir temas en el debate público durante procesos electorales y coyunturas políticas en el Perú. Sin embargo, las apreciaciones de este papel que juegan estos medios van de escepticismo (es simplemente una nuevo medio para comunicar lo mismo) a optimismo (el medio se convierte en el mensaje).
Por ese motivo, reunimos a un grupo de activistas e intelectuales peruanos en una mesa redonda para discutir este tema en el último congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) en Washington, DC. La mesa redonda “Redes sociales y política en el Perú” fue organizada por Fabiola Bazo y contó con la participación de Raúl Castro, Eduardo Gonzáles Cueva, Carlos Meléndez, Rocío Silva Santisteban y Paolo Sosa Villagarcia, quines debatieron bajo la conducción de John Beasley-Murray frente a un activo público. A continuación les ofrecemos un resumen de los argumentos.
- Redes sociales y política en el Perú
¿El uso de redes sociales ha reducido las barreras socio-económicas tradicionales y facilitado conexiones donde no las habían?
Aunque se reconoció el rol indudable de internet para generar espacios de participación antes limitados a los grupos mediáticos, el consenso general fue escéptico con respecto al rol de internet y las redes en la reducción de las barreras socio-económicas y en la generación de espacios sostenibles para el debate entre posiciones políticas divergentes.
¿Han permitido las redes la incorporación de nuevas voces en debates políticos?
Raúl Castro y Paolo Sosa resaltaron la existencia de una “brecha digital” y el desarrollo diferenciado de capacidades entre los usuarios de internet. En ese sentido, el debate llamó la atención sobre quiénes y bajo qué condiciones acceden al debate virtual. Según cifras del INEI, por ejemplo, la penetración poblacional de internet (30%) es significativamente menor a la de los medios de comunicación tradicionales y concentrada en niveles socioeconómicos medios y altos. Asimismo, se resaltó que el acceso, por ejemplo a una cuenta de Facebook no implica conocimiento de cómo usar esta cuenta de manera efectiva, ya que estas habilidades de uso de internet también están estratificadas en términos de niveles socioeconómicos, generacionales (12-30 años) y ruralidad que determinan que los centros urbanos acaparen el debate político en las redes sociales, razón por la que es necesario contar con estadísticas más completas sobre el uso del internet en el país.
Siguiendo esta línea, Sosa señaló que las redes sociales fortalecen el interés de aquellos que siguen la política cotidianamente y no necesariamente en aquellos que no desarrollan este interés previamente, señalando que es necesario un estudio más detallado de los contenidos consumidos por los internatuas peruanos y el porcentaje de búsquedas por contenido político. Del mismo modo, Castro indicó que las redes sociales no necesariamente han traído nuevos actores al debate público, éstas son mejor aprovechadas por aquellos que tuvieron acceso temprano a la blogosfera. Sin embargo, Eduardo Gonzáles Cueva resaltó que en ciertos contextos la participación en redes dando “likes” a comentarios y/o causas y añadir ruido al debate democrático, podría constituirse como una nueva interacción del debate democrático dando una percepción de empoderamiento al ciudadano.
Por otro lado, Carlos Meléndez resaltó que la redes sociales tienen la virtud de difundir rápida y masivamente información. En algunos casos han permitido difundir trabajos de investigación más allá de circuitos académicos y crear oportunidades para establecer una presencia en medios tradicionales. Sin embargo, Meléndez expresó sus dudas de que las redes sociales generen espacios para debates e intercambios alturados de discusión a nivel nacional ya que permiten tener interacciones, pero es difícil mantener el tono de un debate público en por la imposibilidad de control en las interacciones.
Meléndez indicó también que en estos espacios los personajes más influyentes son periodistas que trabajan en medios de comunicación que forman parte del establishment. Sin embargo resaltó que esto no significa que estos medios dominen la información que se difunde, sino que evidencia una mayor inversión en mejores recursos para influir en un espacio de intercambio emergente. Rocío Silva Santisteban señaló estar de acuerdo con esta visión, pero enfatizó que las redes sociales ofrecen la posibilidad de introducir temas alternativos con cierta repercusión. En ese sentido, Meléndez señaló que los ciudadanos en este espacio pueden comunicarse con un político a través de las redes sociales, poniendo como ejemplo a la alcaldesa Susana Villarán a través del hashtag “#susanaresponde”; pero también al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, a quién se acusa de identificar a quienes le hacen preguntas incómodas para hacer seguimiento policial.
¿Los políticos prestan atención a lo que se escribe sobre ellos en blogs y en las redes sociales? ¿Deberían hacerlo?
La mesa concordó que las redes sociales tienen un rol complementario pero aún no son el corazón de la actividad política, por ello el cuestionamiento es cómo aprovechar mejor estos espacios de comunicación para difundir mensajes políticos y divulgar conocimiento. No todos los políticos prestan atención a las discusiones que ocurren en las redes sociales y su participación varía. Se resaltó que organizaciones políticas y gobiernos cuentan con trolls y asesores de comunicación para estos espacios. Sin embargo, indicó Meléndez, algunos políticos tradicionales exitosos son reacios al uso de las redes sociales depositando su preferencia en la relación “cara a cara” y la movilización. Por ello, el uso exclusivo de redes sociales puede generar espejismos e impresiones equivocadas del capital político de un candidato, como en el caso de Pedro Pablo Kuczinsky en las elecciones generales peruanas en el 2011.
Rocío Silva Santisteban señaló que quienes han aprovechado estos recursos de mejor manera en la región son políticos como Cristina Kitchner y Hugo Chavéz, hasta su fallecimiento, participando activamente, pero también indicó que mensajes en las redes pueden ser sobredimensionados para detrimento de los políticos, como sucedió con Nadine Heredia en Twitter. Del mismo modo, resaltó que los usuarios de estas redes están muy interesados en la dimensión humana de los políticos, ya que no todos responden del mismo modo a diferentes tipos de posts, como sucedión con Cristina Fernández y su twitt acerca de la reunión con Francisco I recordando el encuentro de su esposo Nestor Kirchner con el papa Juan Pablo II.
¿Las redes sociales han mejorado la calidad y/o contenido de la información?
Sobre la calidad de la información, los ponentes resaltaron características positivas respecto a la generación de contenidos en ciertos contextos y la difusión de temas importantes que no salen en medios tradicionales, sin embargo también se resaltó que en el tiempo ordinario la información manejada en las redes sociales y los medios virtuales es producida por agencias y medios de comunicación tradicionales por la diferencia de recursos. Asimismo se resaltó que la calidad del debate en las redes por lo general se centran en argumentos ad hominem, sin embargo esto ha significado un sinceramiento en el debate.
Activismo en tiempo real: ¿puede este tipo de difusión afectar la percepción pública?
En relación a la vigilancia y el activismo, desde el conflicto en Bagua (2009) la esfera pública se ha enriquecido con denuncias en tiempo real. Gonzáles-Cueva resaltó la detención de Marco Arana en la Plaza de Armas de Cajamarca como un ejemplo de denuncia recogida en fotografías y videos digitales difundidas instantáneamente en las redes sociales con un impacto importante. Silva Santisteban agregó también que la viralidad del video del desalojo de la familia Chaupe en Cajamarca responde a la narración que tocó una fibra emocional entre aquellos que vieron el video. Sin embargo precisó que la inmediatez en la difusión de información podría perjudicar a los activistas en las redes si se reporta información errada, mientras que Sosa destacó que este tipo de información depende de una organización que tenga la capacidad de difundir este contenido en las redes sociales de manera masiva.
¿El uso de memes y trolls tiene impacto en el debate político?
Castro indicó que agentes activos en las redes podrían, en ciertos casos, aligerar la discusión con humor negro y expresar ideas que no se pueden expresar dentro de lo que se considera “políticamente correcto”, como encuentra en su investigación sobre “MemeNo” en Facebook. Castro resaltó el rol en el cambio positivo en las preferencias hacia Susana Villarán durante la revocatoria cambiando el tono del debate. Por otro lado, Silva Santisteban citó como ejemplo a los trolls contratados por empresas extractivas para atacar a activistas anti-mineros e influenciar la opinión públcia y Meléndez mencionó el caso de trolls ligados al gobierno y organizaciones políticas.
Comentarios
La politóloga Carmen Ilizarbe comentó que las redes sociales han expandido la esfera pública formal hegemónica mediática con la introducción de nuevas agendas, potencialmente contra-hegemónicas, con códigos y lenguajes distintos donde las emociones podrían tener un rol transformativo en las identidades de los interlocutores. Del mismo modo, la historiadora Natalia Sobrevilla resaltó que ciertos temas pueden generar reacciones inmediatas muy emocionales en las redes sociales y que pueden tener un impacto significativo en la opinión pública a pesar de la escasa información, como sucedió con la campaña Kony 2012.
Por su parte, el politólogo canadiense Maxwell Cameron preguntó si había indicio de que las redes sociales hubieran cambiado el comportamiento de los políticos peruanos. En ese sentido, Meléndez señaló que algunos políticos subestiman el poder de las redes sociales, quizás por una brecha generacional. Los nuevos políticos ya que no pueden construir política buscan nuevas formas de comunicación para acercarse al electorado, mientras que los políticos tradicionales le dan menor importancia a las redes. Para Sosa, el uso político de internet no significa publicar extensos manifiestos en línea, sino que algunos políticos han aprendido a usar pequeñas frases informativas, pero sobretodo aquellas elaboradas con humor o jugando con el sarcasmo. Este tipo de memes o las frases al estilo “Gastón Acurio” tienen mayor impacto.
Para Santisteban los políticos que solo comparten información formal en las redes sociales no llegan de manera efectiva al receptor porque éstos buscan personalizar la interacción con elementos de emocionalidad, mientras que Raúl Castro introdujo el concepto de la POP-lítica, como un espacio muy lúdico y abierto a la interactividad donde se puede usar un lenguaje más accesible y donde el medio formalizaría este nuevo estilo de hacer política.
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