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Humala, en pañales

Steve Levitsky realiza un análisis sobre los dos primeros años del gobierno de Ollanta Humala. 

Publicado: 2013-07-22

Los primeros dos años de Ollanta Humala están marcados por huelgas, crisis políticas, renuncias y un Estado que no avanza, que parece estancado. El análisis de ayer en La República de Steven Levitsky hinca sobre puntos que el Gobierno ha sufrido mucho. Han pasado 24 meses y aún faltan aún otros largos 36...

Lo primero que dice Levitsky es que los que pensaron que bajo el mando de Humala el Perú cambiaría a un régimen económico estatista y cercano a la dictadura chavista, se equivocaron. Por eso, dice Levitsky: "El Perú ha cambiado poco en los últimos dos años. Según Freedom House, el Perú sigue siendo libre". En términos del régimen político, el Perú no ha cambiado en el gobierno de Humala.

Este es un revés para esos comentaristas influyentes que insistieron en este tema. No solo se equivocaron, sino que sus miedos siguieron presentes en la presión que siguió semanas después a la elección, allá por junio de 2011, cuando sus berrinches llegaron a poner en jaque a un inexperto Ollanta Humala.

Sobre esto dice el autor: "Según la Fundación Heritage, una institución pro mercado (de derecha y estadounidense), la economía peruana se volvió ligeramente más libre bajo Humala". En los mismo términos, sobre los índices de corrupción tampoco se varió mucho en los dos últimos años, mejorando un leve avance de 35 a 38, donde 100 es el más corrupto, según Transparencia Internacional.

Afirma Levitsky: "El Perú cambió muy poco durante los primeros dos años del gobierno de Humala. Para bien o mal, los niveles de democracia, capitalismo, y corrupción se mantienen más o menos iguales."


La política se malea

Aquí viene un núcleo importante del análisis. Pese al ruido que levantan los medios sobre 'la caída' de Ollanta Humala en las encuestas, Levitsky dice que, siendo el Perú un país con instituciones débiles, de una novel democracia, incapaz de brindar buenos servicios públicos, una aprobación no menor de 35% no es negativa.

Afirma Levitsky: "Cuando el Estado no funciona bien, todos los gobiernos terminan gobernando mal. El desgaste es casi inevitable. Desde 1997, ningún presidente peruano ha podido mantener una aprobación superior a 50%. Al cumplir dos años de su segunda presidencia, García estaba en 26%. Toledo estaba peor. Para un presidente novato y sin equipo, cumplir el segundo año cerca de 40% no está nada mal".

Sin embargo, el gobierno se está desgastando, que no hay cuadros donde apoyarse, que las alianzas se van debilitando y todos lo miran de reojo, siempre con el gatillo listo para disparar. Afirma Levitsky: "La derecha no lo quiere, y el APRA y gran parte del fujimorismo están en pie de guerra. Por otro lado, la coalición construida por Humala en 2011 se ha disuelto. La izquierda está en oposición y Perú Posible está en crisis. Humala cumple dos años, entonces, con pocos aliados políticos. Tiene aliados militares, pero los militares no sirven de mucho en democracia".

El análisis de Levitsky calza bien en una época de crisis políticas. Humala parece ir quedánsose solo, cercado por la desconfianza, con huelgas en varios sectores del Estado que no le dan tregua. Los meses que se vienen serán claves para ver si Humala refuerza un gobierno que en dos años está muy venido a menos.


Escrito por

Jonathan Diez

Periodista


Publicado en

Redacción mulera

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