El gobierno peruano debe aprender de otros países respecto a cómo emprender las reformas laborales, no debe tenerle miedo a las negociaciones con los trabajadores en el caso de la Ley de Servicio Civil, señaló el expresidente de SERVIR, el economista Edmundo Beteta.

"No hay que tenerle miedo a las negociaciones. Son espacios de aprendizaje cuando se quiere mejorar la gestión pública. Vengo de la experiencia chilena, donde hay una tradición en la cual la Asociación Nacional de Empleados Fiscales cada año negocia con el gobierno posibles incrementos salariales, analizan los resultados de la gestión pública, etc", señaló el economista Beteta. "Se puede negociar, se puede dialogar. Esta reforma necesita de más diálogo", agregó.

Para el expresidente de SERVIR, esta reforma es "técnica y eticamente bien orientada", ya que tiene principios que vienen desde el 2004 donde ya se anunciaba una meritocracia y se pedía mejores condiciones a los trabajadores y mejores servicios a los ciudadanos. "La perversidad neoliberal ocurrió en los noventas" , dijo en referencia a los peligros que algunos trabajadores ven en esta reforma.

Sin embargo, Beteta destacó la importancia del diálogo entre el gobierno y los trabajadores. "Necesitas a los trabajadores de tu lado porque la reforma recién va a empezar y es de largo plazo. Se necesita la colaboración de los que van a brindar el servicio a los ciudadanos. Los que hoy están descontentos pueden en el futuro aprovechar ese descontento y bloquear la reforma en las distintas etapas de su implementación", señaló.

Para el director del CISEPA-PUCP, se debe explicar a los trabajadores las ventajas de esta reforma. "Hay que explicarles mejor una serie de ventajas que tiene esta norma en término de derechos laborales. No se ha dicho que en la situación actual, hay mucha injusticia salarial porque hay desorden en las remuneraciones, muchos trabajadores públicos pueden ganar, por ejemplo, mil soles pero solo es pensionable el 1%, 2% u 8% por lo que son pobres potenciales cuando se jubilen. Ahora, está el incentivo de tener una carrera, hay muchas ventajas que deben ser conversadas con los trabajadores", afirmó.

"El principio básico es reconocer que durante 20 años se tuvieron malas condiciones laborales y baja productividad. Los trabajadores públicos no son culpables del deterioro de los servicios públicos, son las malas reglas de juego. Ahora, tenemos que mejorar las reglas y negociar mayores ganancias para todos. El tema crítico es cómo se mide y cómo se evalúa" , comentó.

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