La aprobación de la ley del Servicio Civil ha generado el rechazo de los trabajadores estatales de gran parte del país, quienes desde horas de la mañana realizaron concurridas protestas y manifestaciones para que el proyecto sea rechazado.

En Trujillo, más de 4 mil empleados públicos escribieron con su propia sangre frases contra el presidente de la República, Ollanta Humala, en la plaza de armas de dicha ciudad.

Previamente, los manifestantes bloquearon el puente Moche por más de 30 minutos para luego iniciar un recorrido hasta el centro histórico donde arrojaron huevos a la fachada de la sede del Partido Nacionalista.

El presidente de la Confederación Intersectorial de Trabajadores Estatales (Cite) de La Libertad, Carlos Alva Jara, anunció que las protestas se radicalizarían en caso el proyecto fuese aprobado, lo que finalmente ocurrió.

En Huancavelica, trabajadores se encadenaron al palacio municipal y realizaron la quema de llantas y fotografías del presidente de la República obligando, incluso, a cerrar todos los locales de instituciones estatales que funcionan en la ciudad, con la consigna de asegurar que ninguno prestaba atención al público.

En Iquitos los trabajadores decidieron enterrarse en los jardines de distintos establecimientos privados como algunas entidades financieras además de bloquear el acceso principal a la iglesia de la ciudad.

También se registraron movilizaciones en Arequipa en las inmediaciones del puente Grau, lugar hasta donde acudieron policías provistos de bombas lacrimógenas con el fin de dispersar a quienes se encontraban realizando actos de violencia.

En Ica se bloqueó parte de la carretera Panamericana Sur a la altura del kilómetro 301, mientras que en Chiclayo cientos de trabajadores públicos tomaron el parque principal de la ciudad.