Morsi en fase terminal
Las Fuerzas Armadas lanzan un ultimátum para que el presidente egipcio deje su cargo y convoque elecciones.
Sigue la tensión en Egipto. Cientos de manifestantes protestan desde esta mañana contra el presidente egipcio, Mohamed Morsi. Según el movimiento Tamarrud (Rebelión) ya han recogido 22 millones de firmas para pedir la dimisión del presidente, fijando además un ultimátum para mañana a las 17.00 hora local para que deje su cargo y convoque nuevas elecciones.
Si no dimite, el grupo opositor llama a la desobediencia civil, según un comunicado difundido hoy en su página web. "Ya no es posible una solución intermedia y no hay alternativa al final pacífico del poder de los Hermanos Musulmanes, representado en Morsi, y al llamamiento a elecciones anticipadas", señalan. Además, piden tanto a la policía como al ejército y la justicia que "tome partido de manera clara" por sus peticiones.
Por el momento, al menos doce personas han muerto en las últimas horas en los enfrentamientos entre islamistas y opositores en la sede central de los Hermanos Musulmanes en El Cairo, lo que eleva a veinte el número de fallecidos desde anoche en todo el país, informa Efe.
Esto no es todo. Un total 713 personas han resultado heridas en las protestas, que durante la jornada de ayer tuvieron un marcado carácter pacífico hasta caer la noche.
Así, millones de personas pidieron la dimisión de Morsi en el mayor desafío que ha vivido su gobierno desde que tomara el poder hace un año. Consignas como "vete", llenaron ayer las calles en diferentes puntos del país. La capital concentró sus protestas en la icónica plaza de Tahrir, epicentro de las revueltas de hace dos años, y a las inmediaciones del palacio presidencial.
En el banco contrario, los partidarios se concentraron en las inmediaciones de una mezquita cairota. Allí prometieron dar sus vidas para mantener en el poder al primer presidente elegido de manera democrática en la historia del país. Además, los seguidores de Morsi continúan, por cuatro días consecutivos, acampados junto al palacio presidencial de Itihadiya, como muestra de apoyo.
Y como era de esperar, las protestas finalizaron con enfrentamientos en distintos puntos de Egipto. La sede en El Cairo de los Hermanos Musulmanes fue atacada con rocas y bombas por un grupo de opositores, sin que la policía o las fuerzas armadas la protegieran. Así, Gehad el Haddad, portavoz de los Hermanos Musulmanes, afirmó que su organización estudia la posibilidad de "defenderse por sí misma" ante la inacción de las fuerzas de seguridad. "Se ha cruzado una línea roja", alertó.
Ayer se cumplió el primer aniversario de la investidura de Morsi. Sus detractores afirman que ha llevado al país en la dirección equivocada y que es hora de que se aparte del poder. Las principales críticas se centran en el mal estado de la economía, la aprobación de una Constitución de corte islamista y el intento fallido, el año pasado, de aprobar un decreto que le hubiera otorgado poderes casi absolutos como presidente. "Morsi ha perdido la legitimidad. La economía está peor que cuando llegó. Hay escasez de gasolina. El desempleo no para de subir. ¿Cómo vamos a ser una nación próspera con este presidente?", indica el movimiento popular Tamarrud.
Muchos jóvenes que participaron en la manifestación de este domingo indican que fue más multitudinaria que las que en 2011, que acabaron con el régimen de Hosni Mubarak, indica El País. Por su parte, fuentes del Ejército estimaron en 14 millones de personas la participación en las manifestaciones a nivel nacional.
El ultimátum del ejército
Por el momento parece que la crisis no ha alcanzado su punto más alto. En las últimas horas, cinco ministros egipcios han presentado su dimisión al jefe del gobierno para reclamar "la caída del régimen", según dijo a Efe uno de los dimisionarios.
Las Fuerzas Armadas de Egipto han emitido un comunicado urgente en el que amenazan con intervenir en la crisis política del país, advirtiendo al presidente que tiene 48 horas para responder a la avalancha de protestas populares.
En el comunicado leído en la televisión estatal, el general Abdel Fattah al-Sisi, señala que las masivas manifestaciones reflejan una expresión de la ira popular "sin precedentes" contra Morsi y sus partidarios islamistas. Sin embargo, no está claro si la declaración del general exige específicamente dimitir al presidente, aunque el general señala que si Morsi no toma medidas para hacer frente a las demandas, las fuerzas armadas impondrán su "propia hoja de ruta para el futuro."
Con información de Efe, The New York Times, El País, CNN
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