Luego de que ayer legisladores estadounidenses, encabezados por el influyente demócrata Robert Menéndez, advirtieran que bloquearán la renovación de las preferencias arancelarias a Ecuador si concede asilo político a Edward Snowden, lo cual podría poner en riesgo la renovación de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA, por sus siglas en inglés) y también del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP), esta mañana el secretario de Comunicación de Ecuador, Fernando Alvarado, anunció que el gobierno de su país “renuncia de manera irrevocable a las preferencias arancelarias” con EEUU ante un posible “chantaje” por el caso de Snowden. 

"Ecuador no acepta presiones ni amenazas de nadie y no comercia con los principios ni los somete a intereses mercantiles por importantes que estos sean", expresó. Además, ofreció a EEUU una ayuda económica de US$23 millones, similar a las que obtenía por las preferencias arancelarias, para brindar capacitación sobre derechos humanos en ese país.

Cabe indicar que en la práctica estas preferencias iban a terminar en julio (anteriormente Colombia, Perú y Bolivia habían renunciado, los dos primeros han firmado un tratado de libre comercio con EEUU), por lo cual los exportadores ecuatorianos ya estaban pensando en comercializar mediante otro sistema de preferencias arancelarias: el SGP, que también otorga EEUU ofrece a 140 países. El riesgo es que con esta renuncia, Ecuador podría ser excluido del nuevo sistema.

Al respecto, los empresarios ecuatorianos se han manifestado en contra de esta medida. "Es un anuncio irresponsable que única y exclusivamente está inspirado en intereses políticos, ideológicos y no en lo que debe estar basado las decisiones de un mandatario, que es en el bienestar de la gente", declaró a EFE el presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Ecuador, Blasco Peñaherrera.

Con información de El Comercio de Ecuador, EFE y agencias.