El expresidente Alan García utilizó nuevamente su cuenta oficial en Twitter para arremeter contra el Gobierno, esta vez para referirse al inicio de atenciones en la nueva sede del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) en San Borja criticando que el referido hospital recién abra sus puertas a dos años de su inauguración, señalando que en ese tiempo se hubiesen podido atender a casi 200 mil niños.

Sin embargo, García debería hacer un pequeño ejercicio de memoria y recordar que el edificio que inauguró no era más que eso: un edificio. Según comprobó en 2012 un informe realizado por el congresista César Yrupailla, hasta el día en que el exmandatario 'inauguró' el centro de salud, ni siquiera la totalidad de los baños había sido instalada. 

Según el documento, faltaban los acabados arquitectónicos (60%), las instalaciones eléctricas (30%), las instalaciones sanitarias (30%) y las instalaciones mecánicas (20%), así como un sistema de aire comprimido que en un principio no fue contemplado en el proyecto original.

“Ponemos a disposición de las madres, de los niños y niñas del Perú 36 mil metros cuadrados construidos para su atención, para aliviar su dolor, para detectar su enfermedad, para curarla y asistirla. Nos complace atender a esta enorme población infantil que todo lo merece y todo lo requiere”, dijo entonces García en un acto que tuvo mucho de pompa y muy poco de demostración. El expresidente no permitió que la prensa le hiciera preguntas sobre la falta de acabados y la fecha de entrada en funcionamiento, e impidió el ingreso a áreas que evidenciaba que la obra no estaba completa. No se habían probado y calibrado los equipos, no se había implementado la red digital de comunicación, ni seleccionado al personal.

Efectivamente el evento fue realizado la semana previa al cambio de mando, en un intento desesperado por 'entregar al país' obras que estaban aún lejos de ver la luz con miras a dejar una imagen aceptable de la gestión aprista.

Y como dicen que los niños no mienten, el hijo menor del líder del partido de la estrella, Federico Danton, lo dejó más que claro: