Las ausencias que dejaron huella
" Si el objetivo era la confluencia patriótica en un momento de tanta discordia, Palacio no era el mejor espacio de reunión", dice Lauer
La cita que convocó ayer el presidente de la República, Ollanta Humala, para informar a los principales líderes políticos del país sobre el próximo fallo de La Haya respecto del diferendo marítimo que mantiene el Perú con Chile quedó con un sinsabor grande al no tener entre sus filas a la lideresa del partido Fuerza Social, Keiko Fuijimori, quien nunca dijo las reales razones del porqué de su ausencia.
En su cuenta de Facebook, Fujimori sostuvo: "En esta importante etapa, los partidos políticos hemos demostrado unión y compromiso con nuestra patria. Mi respaldo al equipo técnico peruano ante La Haya por las gestiones realizadas en favor de nuestra soberanía". Pero en la cuenta de esta red social nunca comentó por qué faltó a esta reunión y le dejó la posta de su representación a un desapercibido Alejandro Aguinaga.
Cuando se le preguntó a la congresista fujimorista Cecilia Chacón sobre la ausencia de su lider, solo atinó a responder que la lideresa no asistió porque no se le hizo una invitación formal. "No fue porque lamentablemente no se ha hecho la invitación de manera oficial, con el tiempo respectivo ni el protocolo".
Pero este no ha sido el único desaire de ayer. El expresidente Alan García (quien horas antes de la reunión dijo no estar convencido de ir, quizá por no querer pasar por la incomodidad de ser entrevistado con respecto a la compra del inmueble en Miraflores) finalmente asistió con retraso, aunque se fue antes de la foto 'oficial'. A su salida de la Casa de Pizarro, el líder aprista evidenciaba un rostro desencajado y declaró que tenía otros compromisos que hacer. Luego escribió desde su cuenta de Twitter lo siguiente: "Importante y constructiva reunión de unidad por el Perú. Escuchamos informe del Agente y todas las gestiones", resaltando la dinámica exposición que hizo Allan Wagner a los líderes.
Con respecto al tema, Mirko Lauer, en su columna de hoy en La República, destaca que la ausencia de dos candidatos de peso a la reunión o a la foto oficial proyecta la imagen del país políticamente carcomido por una pelea de todos contra todos, y pone en evidencia la incapacidad del presidente para sobreponer un tema nacional a esta situación.
"Cada ausencia o renuencia tiene su motivación. Alan García estuvo a punto de no acudir, convencido que la megacomisión y todos los demás mecanismos acusatorios en su contra provienen directamente del gobierno y sus aliados, con claros fines electorales y ánimos de revancha. Entonces debe haber estimado que mal puede ir a tomarse una foto con Humala en tales circunstancias", dice.
Aunque para Humala la ausencia de García hubiera sido un alivio, dice Lauer, el protagonismo del expresidente en la parte más ardua del proceso en La Haya y en las tareas diplomáticas frente a Chile es evidente. Keiko Fujimori, puede haber estimado de mal gusto acudir a Palacio en pleno forcejeo por lograr el indulto a su padre. Keiko, convenientemente de viaje por el extranjero, puede haber estimado de mal gusto acudir a Palacio en pleno forcejeo por lograr el indulto para su padre, más un temor a aparecer como pediche. Pero a la vez hacerle un feo a Humala no parece la mejor manera de ablandar su corazón, como viene pidiéndole el fujimorismo.
Para Lauer, Humala se expuso a estas situaciones con una convocatoria algo precipitada, con invitaciones tardías y en algunos casos poco formales. Si el objetivo era la confluencia patriótica en un momento de tanta discordia, Palacio no era el mejor espacio de reunión. "La Biblioteca Nacional, por ejemplo, hubiera asustado menos, quizás", anota.
Fuentes: Diario 16 - La República
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