El legado de Nicomedes Santa Cruz
Semblanza de la vida de quien rescató la cultura afroperuana
Hoy recordamos a Nicomedes Santa Cruz en el marco del Día de la Cultura Afroperuana. A continuación, compartimos una nota escrita por el periodista Daniel Ágreda, publicada en el Semanario Siete.
Nicomedes Santa Cruz Gamarra (Lima, 4 de junio de 1925 – Madrid, 5 de febrero de 1992) fue poeta y decimista. En sus versos retrató la alegría y la tristeza de la comunidad afroperuana, sus esperanzas y desasosiegos, recogiendo la historia desde su llegada al continente en calidad de esclavos hasta las dificultades contemporáneas que, a pesar de todo, son las mismas hoy que ayer.
Nicomedes fue músico y musicólogo. Su trabajo de investigación logró recuperar y recrear cantos populares, ritmos afroperuanos y géneros musicales en peligro de extinción, rescatándolos del olvido con nuevos aires para colocarlos definitivamente en la memoria de América Latina.
Pero también fue periodista de prensa escrita, de televisión y de radio. En lo primero, formó parte del equipo fundador del diario Expreso y fue conocido como uno de los máximos cronistas de su época. Su paso por los demás medios de comunicación nos ha dejado entrevistas a personalidades como Víctor Jara y Mercedes Sosa y una infinidad de artistas pero, principalmente, a defensores de los derechos y la dignidad humana.
Finalmente, por su rescate de la cultura afroperuana, es un ícono que encarna la búsqueda y el encuentro de su identidad y el rescate de sus aportes a la Nación peruana. Sobre este punto, su importancia trasciende las fronteras de nuestro país y ha jugado un papel muy importante para la construcción de la identidad de la raza negra en América Latina.
Primera etapa
El aporte de Nicomedes Santa Cruz a la peruanidad es bastante complejo y probablemente aún no tengamos suficiente distancia como para entenderlo en todas sus dimensiones. Porque además de ser un genio en vida era una persona cuya vida era la incesante producción de discos, libros, crónicas o programas de radio y televisión.
Nicomedes nació en el distrito limeño de La Victoria, según él “la primera barriada de la República, porque la barriada colonial había sido el Rímac”. Proveniente de una familia numerosa, algo común en aquella época, tuvo sus primeros contactos con el arte de la décima por su familia materna, Victoria Gamarra quien, según contaba, pasaba el día cantando y recitando canciones y poemas antiguos.
Tuvo un primer oficio como herrero en su temprana juventud y por poco se dedica exclusivamente a él de no conocer en 1946 a Porfirio Vásquez, “el patriarca de la música negra”. Gracias a él retoma el contacto con las décimas y la música afroperuana, y empieza a interesarse por la composición y la investigación. Su hermano Rafael, un renombrado torero, fue quien lo motivó en un primer momento a dedicarse a vivir solo del arte.
Abandona la herrería, luego de haber montado su propio taller, en 1956, ingresando así a la compañía Ritmo Negro de Perú, conocida también como Pancho Fierro. En paralelo empieza a colaborar con los diarios El Comercio y La Prensa. Gracias a esto y a su producción de décimas se hace casi inmediatamente conocido en un medio que nunca le fue completamente amigable. De hecho, Nicomedes tampoco se la puso fácil a la sociedad de su época. Por ejemplo, en pleno conflicto entre las comunidades y las petroleras, escribe y recita en 1959 “Talara”, que dice así en algunos de sus versos
Mi raza, al igual que tú
tiene sus zonas ajenas:
tú por petróleo en tus venas,
yo por ser como Esaú.
A veces no es el Perú
lo que está bajo tus pies.
Yo a veces cojo la mies
para que otro se la coma.
Si sólo es nuestro el idioma
Talara, no digas “yes”.
Cumanana
En 1961 incursiona en la política. Fernando Belaunde le ofrece formar parte de su partido, pero Nicomedes había elegido la izquierda como opción política, con todo lo que eso implicaba en los sesenta. Ese mismo año viaja a Brasil, donde los movimientos de reivindicación de los negros se encontraban en pleno apogeo, experiencia que termina de forjar su perfil como artista y hombre de prensa. “La cuestión es que la prensa brasileña daba mucho espacio, página tras página, al problema del negro, cuando en el Perú no se veía nada de eso. La experiencia de Brasil cambió mi vida”, escribiría Nicomedes.
Esta experiencia y sus inclinaciones políticas lo motivan a viajar a Cuba, otro país donde la problemática de los negros era abordada de una manera más completa, enfocándose además en la importancia del legado cultural africano y su mestizaje con las culturas originarias de América, además de la española (y todas sus influencias). Además de esto, Nicomedes termina por definir su pensamiento político.
Para esta época, ya había publicado varios libros de décimas y también discos. En 1964 edita “Cumanana” para el sello Phillips, uno de sus mejores y más celebrados trabajos.
Sin embargo, la década de 1970 no fue tan buena para él. Su genio y creatividad seguían intactos, pero el mundo iba cambiando y la sociedad limeña también; Nicomedes Santa Cruz tiene problemas debido a su militancia socialista y al matiz decididamente político que cobraron sus trabajos desde la década previa:
Yo soy revolucionario
porque habiendo quien me escucha
pongo mi voz en la lucha
al lado del proletario.
No para mejor salario
ni coto a la cesantía.
Denuncio la plusvalía
con cartas sobre la mesa
y ataco a la libre empresa,
¡Hijos de la patria mía!
(Patria o muerte, 1962)
En los setenta, se dedica a tiempo completo a su trabajo en la radio y la televisión, pero la situación en la ciudad se torna insoportable. Nicomedes venía enfrentando incluso burlas e insultos en las calles hasta que en 1981 decide mudarse a Madrid, donde reside hasta el día de su muerte, colaborando en diversas investigaciones sobre el arte y la literatura de la península. Años antes edita dos discos importantísimos: “Los reyes del festejo” (1971) y “Ritmos negros del Perú” (1979).
Empieza a pelear con el cáncer de pulmón desde mediados de los ochenta, batalla que terminaría por perder en 1992.
Con los años, y gracias a que la cuestión política ha ido cediendo paso a la artística, su obra ha ido adquiriendo la verdadera importancia que tiene para nuestra historia. Por eso, hoy 5 de febrero, recordamos al genio, músico, poeta, periodista y político que fuera Nicomedes Santa Cruz, revalorando su legado en cada uno de los ámbitos en que se desarrolló.
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Publicado en Semanario Siete
Escrito por
Artista Visual, amante de los gatos. @mariafernandape
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