Esa fue la oferta del polémico Phillip Butters en declaraciones al programa matutino Abre los Ojos, la mañana de ayer. "Pasado mañana yo lo perdono a Burga si le ganamos a Chile", prometió, aludiendo al dirigente de la Federación Peruana de Fútbol, uno de los personajes menos queridos por la sufrida hinchada de la bicolor. "Este va a ser un partido con muchos goles", dijo también, a modo de pronóstico.

Butters hizo alusiones a las relaciones políticas con Chile y, reiteradas veces, a pasajes de la Guerra del Pacífico. “Contra Chile no es un partido normal, él que dice eso es un idiota. Chile no es un rival, es un enemigo histórico y futbolístico. Hay que ganarle por la razón o por la fuerza”. En ese sentido, tuvo también palabras para el capitán de la selección, Claudio Pizarro  “Él es hijo de un capitán de navío, ha estado en el liceo naval. Él tiene que sentir la camiseta diferente cuando juega contra Chile”.

Finalmente, en el tono que lo caracteriza, expresó con una imagen cómo deseaba concluir la justa contra el equipo sureño: "Yo quiero la cabeza de los chilenos cuando termine el partido en una fuente de plata". Dirigiéndose la hinchada señaló que asistir al Nacional "No es un concierto de Gianmarco (...) nada que ´somos país hermano, esas son estupideces". Ante los tibios reparos de Ortiz, quien cuestionó la carga violenta que iban cobrando estas arengas, Butters retrucó que "el código penal es el límite" del comportamiento de los hinchas. Butters ya ha sido sancionado por trasmitir mensajes de "agresividad y violencia" en otra oportunidad, al referirse a las muestras de afecto entre parejas no heterosexuales.

Lo sorprendente es la preocupación de Butters por la niñez: "cada niño que compra un periódico tiene una ilusión". Cabe preguntarse si Butters se preocupa de cómo son recibidas sus declaraciones, no sólo por la niñez peruana, sino por ejemplo, por aficionados como los que causaron disturbios durante la vigilia "El Rival No Duerme", en las afueras del hotel donde se alojó la selección chilena. Como se sabe, este no fue el único incidente. En la víspera, los medios de prensa registraron cómo un hincha arrebató una bandera chilena a una mujer, que declaró ser residente en el país desde hace cuatro años: "este es nuestro segundo hogar", indicó.