Tras la aprobación casi inánime del reconocimiento de Palestina como 'Estado observador' en la ONU, Israel ha decidido una sanción económica a su vecino al confiscar cerca de 92 millones de euros a los palestinos, en concepto de impuestos recaudados y que el Gobierno utiliza para pagar salarios de los funcionarios.

El Ejecutivo israelí detalló que parte del dinero será utilizado para pagar la deuda que la Autoridad Palestina tiene con su compañía eléctrica. Sin embargo, este castigo no ha provocado fuertes reacciones de parte del país sancionado, por lo contrario, indican que esperaban represalias.

"El mundo está con nosotros y la historia está con nosotros. Dios está con nosotros y el futuro es nuestro", señaló el presidente palestino, Mahmud Abbas a su llegada luego de la reunión en la ONU pero no anunció sus próximos planes para lograr el reconocimiento implícito de su país.

Por su parte, los israelíes anunciaron el aumento de 3 mil viviendas en territorio ocupado y el inicio del mapeo de una zona a las afueras de Jerusalén. De ser así, cortaría la continuidad territorial entre el norte y sur de Cisjordania.