Cantante, compositor, productor, intérprete, son algunas de las palabras que definen a uno de los referentes del rock en Latinamérica: Andrés Calamaro, quien un día como hoy de 1961 nació en Buenos Aires.

Calamaro recibe su primer instrumento, un bandoneón, a los ocho años. Dos años después compone su primera canción, "La chica del paraguas". Desde los trece se vuelca con la guitarra eléctrica y al piano, instrumento que aprende a tocar junto a su maestro Oswaldo Calo.

Gracias a la ayuda de sus amigos, los compositores argentinos, Alejandro Lerner y Pipo Lernoud, quienes lo recomiendan como tecladista, Calamaro es convocado por el talentoso músico bonaerense Miguel Abuelo para un nuevo proyecto musical, la agrupación: Los abuelos de la nada.

Con esa banda, Calamaro, lanzaría al mercado 4 discos y se consolidaría como compositor, escribiendo los temas: "Mil horas", "Hombre lobo", "No puedo decirte no" y "Costumbres argentinas".

Aún formando parte del grupo, Andrés prepara lo que sería su primera producción como solista, y lo hace de la mano de Charly García. Hotel Calamaro ve la luz en 1984.

Un año después graba junto a Los Abuelos un material en vivo que sería su última colaboración con la banda. Algunos meses después, Calamaro publica un disco algo más personal, experimental, titulado Vida cruel.

Para el álbum reúne nombres reconocidos de la escena argentina, además de otras participaciones. Richard Coleman, Luis Alberto Spinetta y Charly García son algunos de ello, pero el éxito que Calamaro había conseguido en Los Abuelos no regresa.

Un año después, se inicia en el mundo de la producción, y trabaja con Los Fabulosos Cadillacs y Enanitos Verdes. Además participa simultáneamente como bajista y tecladista invitado de Luis Alberto Spinetta en su disco Privé, y regala algunas de sus canciones a artistas como Nito Mestre, Mónica Posse y María Rosa Yorio para su publicación en sus respectivos discos.

En la primavera de 1990 Calamaro parte a España, donde se une a Ariel Rot y Julián Infante, ambos exintegrantes de Tequila, para llevar a cabo un nuevo proyecto musical bautizado como Los Rodríguez.

Con Los Rodríguez, Calamaro vuelve a conocer el éxito masivo que obtuvo con Los Abuelos de la Nada. El primer álbum, Buena suerte (1991), contiene el tema "Mi enfermedad", canción que fue solicitado por Diego Armando Maradona para su regreso al fútbol.

La tercera placa, Sin documentos, sale a la venta en 1993 y en él se recogen algunas de las canciones más reconocidas de la banda: "Dulce condena" y "Sin documentos". El disco sería elegido en 2010 en el puesto vigésimoquinto de "Los 50 mejores álbumes de rock español" por la revista Rolling Stone.

En 1997, cuando había cerrado el capítulo con Los Rodríguez, Calamaro emprende un nuevo proyecto que lo llevaría a Estados Unidos. En este país graba, junto a músicos de sesión, los temas de su nuevo trabajo como solista, titulado Alta suciedad y que incluye canciones como "Flaca", "Media Verónica", "Crímenes perfectos" y "Loco".

Tres años después, se produce una nueva explosión de creatividad del músico argentino. Tras seleccionar trescientos de quinientos temas, el artista viaja a España con sus músicos y graba las 103 canciones que son presentadas en El salmón, un álbum histórico para la industria musical por componerse de cinco álbumes.

Desde mayo de 2006, Calamaro realiza varios conciertos junto a su excompañero Ariel Rot, intepretando en ellos canciones de Los Rodríguez muy pocas veces escuchadas. En diciembre de ese año cierran la gira "2 Rodríguez" con un par de recitales en el Club Ciudad de Buenos Aires, a los que asisten más de 30.000 espectadores en cada uno.

El 11 de septiembre del 2007 sale a la venta La lengua popular. El disco, producido por Cachorro López, vuelve a la sencillez de lo más popular del artista alejándose de la experimentación y la eclecticidad musical habituales en otros discos del músico.