A propósito de la entrevista realizada al cabecilla de Sendero Luminoso, 'Artemio', el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) le preguntó al director de IDL-Rerporteros y periodista autor de la misma, Gustavo Gorriti, sobre los detalles que hicieron posible la reunión con el senderista.

Gorriti comentó que pudo realizar la entrevista debido a la ayuda de diversas fuentes no policiales y al cabecilla que, según una fuente del periodista, quería ser entrevistado. Además, se aseguró que la entrevista sea bajo sus términos: no envió el cuestionario previamente como se lo pidieron, el cuestionario fue frente a frente, no dejó que le cubrieran sus ojos, entre otras condiciones.

Por otro lado, consideró que ésta entrevista a 'Artemio', en comparación a otras, tuvo gran impacto porque "no hubo pregunta que no se le hiciera", se le repreguntó sobre casos específicos y, lo más importante, respondió sobre la posible derrota de Sendero Luminoso.

Aquí les presentamos la entrevista a Gustavo Gorriti realizada por IPYS:

La semana pasada el portal de investigación periodística IDL Reporteros publicó una amplia entrevista con “Artemio”, el último de los cabecillas senderistas escondido en el Alto Huallaga desde hace más de 20 años y unos de los hombres más buscados por las fuerzas del orden. Si  bien no es la primera entrevista que da a la prensa, esta vez el reportaje alborotó la agenda política y mediática. Y es que por primera vez “Artemio” aceptó haber perdido la guerra, estar derrotado y pidió una tregua para deponer las armas. También habló claro sobre su relación con el narcotráfico, los sangrientos asesinatos ordenados por él contra sus supuestos enemigos políticos en la zona y su precepción sobre la lucha armada iniciada en la década del ochenta por el líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán.

Gustavo Gorriti, director de IDL-R, autor de la entrevista y periodista de amplia trayectoria en el Perú conversó con IPYS para contarnos los entretelones de su reportaje.

¿Cómo contactas con” Artemio”?

Hay muchas cosas que no te puedo contar por seguridad y por la reserva de fuentes. Hubo intermediarios desde hace algún tiempo que plantearon la idea de entrevistar a “Artemio”. En junio del año pasado estuve en el Alto Huallaga, pues casi todos los años hago un reportaje largo en la zona para ver en el terreno qué hay y qué ha cambiado. Estuve en Achicoto y Monzón; viajé hasta el norte, a Santa Rosa de Mishollo, llegamos hasta el caserío de Túpac Amaru y luego al Porvenir de Mishollo. Y en todos esos lugares notamos la presencia de “Artemio”. Encontramos los pueblos embanderados, con pintas y la policía, que decía que lo tenía cercano, pues ni sabía que había estado por allí. Días antes habíamos estado en Paraíso, al lado de Nuevo Progreso, cerca de Uchiza y también él había entrado a la zona. Según nuestras fuentes había estado allí buscando a la gente del VRAE que había entrado a la zona a disputarle territorio. En medio de todo esto fuimos contactando fuentes, mucha gente que conoce del tema y así, a través de unos intermediarios, surgió esa posibilidad. Incluso me dijeron que él había expresado que hubiera sido bueno vernos entonces pero él justo poquito antes se había ido de esa zona.

¿Qué tipo de fuentes eran estos intermediarios? ¿Policías o de todo un poco?

Todo tipo de fuentes, pero en este caso específico no policías. Una de estas fuentes nos dijo claramente que había el interés de “Artemio” de hablar con nosotros. Y luego las cosas se dieron bastante rápido. Primero trataron de que sea en una sola fecha, pero yo no podía, dije que no; luego me dijeron que qué iba a preguntar, que les envíe el cuestionario; también les dije que no y que no aceptaría ningún tipo de condicionamiento sobre mis  preguntas ni nada por el estilo. Fui claro y directo: la entrevista va personalmente, frente a frente y sin ningún límite.

¿Cuánto tiempo duró la negociación?

No mucho, entre tres y cuatro meses, y pudo ser mucho menos pero yo estaba metido en otras investigaciones y no podía. Tanto así que en determinado momento me dijeron que “Artemio” estaba molesto y a punto de retroceder en su decisión de darnos la entrevista. Pero al final sí se dio.

¿Y una vez pactada la entrevista cómo llegas al lugar de los hechos?

Viajamos por carretera, por trochas, por fango muy resbaloso, navegamos, caminamos y llegamos hasta el punto que nos habían dicho que llegáramos. Todo esto en circunstancias en las que ellos tenía absoluto control del territorio, dominio total de lo que pasaba, vigías por todos lados. Finalmente llegamos a un desembarcadero oculto, caminamos y de pronto apareció un muchacho uniformado que solo se distinguía de un soldado del Ejército porque llevaba impreso en el uniforme la oz y el martillo

¿Qué tipo de precauciones tomaste para hacer este reportaje?

Tener toda y la mejor información previa de las circunstancias en las que se iba a dar la entrevista. Tener la certeza de que no se trataba de una trampa y a la vez tratar de hacer lo posible para no servir de señuelo a nadie. Yo lo que trataba era que mi presencia en esa circunstancia no cambiara en nada la situación preexistente, cosa nada fácil en una situación como esta en la cual el Huallaga está lleno de agentes dobles, triples, informantes, etc.

Hubo que moverse rápido. El haber estado varias veces en la zona ayudó mucho. Llegamos a determinado sitio y a partir de allí ellos tomaron todo el control.

¿Sabías dónde estabas?

Llegó un momento en el que estábamos en un lugar que no conocía, era el monte monte, pero en términos generales sí reconocía el territorio.

¿Les taparon los ojos para no reconocer el lugar o algo similar?

No, para nada, eso es algo que yo no iba a permitir. Yo tengo el deber absoluto de mantener las reservas periodísticas en lo que fue acordado para efectos y el bien que ello tiene sobre una información relevante para la sociedad que debe hacerse pública: Pero a la vez estaba bastante claro que ser llevados de esa forma en la que cualquier cosa puede pasar no se iba a dar de ninguna manera. Estaba claro también que ellos estaban hablando con gente independiente, que tiene palabra y con quienes van a hablar de igual a igual, aunque ellos estén rodeados de gente armada y nosotros la única arma que portábamos era nuestra grabadora.

Y así llegaron hasta él

Allí, en un claro de esta selva, estaba “Artemio” con su gente. Caminamos hacia el campamento, montado para esto aparentemente,  pero muy bien puesto. Después, cuando nos fuimos, pude ver cómo lo desmontaron en cuestión de minutos.

No es la primera vez que “Artemio” habla para la prensa.? Por qué crees que, a diferencia de las veces anteriores,  esta entrevista ha tenido tanto impacto?

Creo que la razón principal es porque en este caso no hubo ningún condicionamiento. Fui para hacerle todas las preguntas, las que había pensado, las que fui pensando durante la entrevista. Por supuesto tú estás en su campamento y tienes que manejar los niveles de cortesía que son indispensables en cualquier entrevista, más aún en esta en la que de un lado tienen, literalmente, todas las armas. Además de eso no hubo pregunta que no se hicieran, incluyendo, delante de Bladimir Angulo (periodista de Aucayacu), el asesinato de su hermano ordenado por “Artemio”; sus vínculos con el narcotráfico, las razones por las que mandó asesinar a la dirigenta cocalera embarazada, y él tuvo que responder y ser repreguntado. También hablamos de cuestiones históricas, la guerra, cómo cambió y lo más importante: “¿usted se sabe derrotado? ¿Se reconoce derrotado?” , y que haya dicho que sí. Tenía todos los elementos para ser una gran nota.

Si tú y tu equipo llegaron hasta él relativamente rápido, ¿por qué crees que la policía no lo ha hecho hasta ahora?

Digamos, en beneficio de la policía, que una cosa es para un grupo de periodistas quedar en una entrevista y llegar allí de manera inerme, completamente ajenos al conflicto en sí, y otra, muy distinta llegar a él para capturarlo. Es otro tipo de dinámica. Dicho lo cual quedan pendientes varias preguntas en ese aspecto.

Hace poco un grupo de periodistas viajó al VRAE con el Ejército y una de las conclusiones fue que los ciudadanos de a pie apoyan más a los terroristas y a los narcos que a las fuerzas del orden ¿Sientes que en el Huallaga y con “Artemio” pasa lo mismo?

Creo que la situación es bastante distinta pues el VRAE es muchísimo más complejo. En el Huallaga la policía ha logrado avances notables en la lucha contra “Artemio” que él mismo reconoce en la entrevista. En algunos años abatieron y capturaron a "Clay", el mejor jefe militar que él ha tenido y uno de los mejores que tuvo Sendero Luminoso; a "JL", a "Piero", a "Rubén", capturaron a "Sergio" y a varios otros de nivel relativamente menor. Básicamente lo dejaron solo, rodeado de lugartenientes más operativos pero que necesitan estar en contacto directo con él para saber qué hacer. Él ha sido ubicado y reducido a la posición de guerrillero, digo guerrillero en el sentido  más descriptivo de una forma de combate: es una persona que está llena de recursos y que en 30 años de acción tiene mucha más influencia, muchas más bases, muchas más redes de información, es un sobreviviente consumado.

¿Tuviste miedo?

Sabía que cualquier cosa podía suceder. Pero, para usar términos militares, en cuestión de este tipo de cobertura periodística uno actúa con audacia estratégica y cautela táctica. Es decir, se toman decisiones cuando es necesario hacer una cobertura muy arriesgada pero dentro de ésta trato de, al máximo, cuidar la seguridad propia y la de los que me acompañan. Hice todo lo que pude en ese aspecto y hay momentos en que la situación está en manos del destino. Personalmente estaba tranquilo en cuanto al hecho de que había tomado todas las precauciones. Si pasaba algo no iba a ser por error, sino por determinación del destino.

¿Es la nota más arriesgada que has hecho?

Podría parece que sí pero no. En los años 80, en Ayacucho, con gente más descontrolada, que tenía todas las armas, fue más arriesgado. También ha habido accidentes en medio de cobertura donde ha sido un milagro salir vivo.