Marcahuamachuco es un misterioso complejo arqueológico de piedra de casi 1,600 años de historia, que se emerge de la sierra norte del Perú y amenaza con ser la nueva delicia a los ojos de foráneos y lugareños.

Esto se suma a Caral, la civilización más antigua de América con 5,000 años de antigüedad, y a la maravilla que engalana los ojos de los turistas, Machu Picchu. Eso sin contar los innumerables centros arqueológicos y diversos monumentos que se encuentran en cada rincón del país.

Los restos arqueológicos de Marachuamachuco están dispersos en un área de 240 hectáreas en un cerro a 3700 metros. Es un complejo preinca y simboliza el drama de los bienes del patrimonio cultural peruano, que fueron afectados por el saqueo y destrucción.

Así lo informó Roberto Cortijo para La Nación:

"La estrategia es poner en valor a Marcahuamachuco, uno de los tesoros arqueológicos más olvidado de los Andes, como atractivo histórico, cultural y turístico para que la Unesco lo declare Patrimonio Cultural de la Humanidad", dijo Alejandro Camino, representante en Perú de la GHF, un organismo que preserva sitios arqueológicos en el mundo.

"Se desconoce a qué cultura perteneció Marcahuamachuco; se sabe que las edificaciones de piedras, con paredes de 10 a 15 metros, fueron construidas entre 350 y 400 años d.C., pero se ignora cuándo y de dónde llegaron sus habitantes", contó a su vez Cristian Vizconde, jefe de los arqueólogos del gobierno.

En octubre de 2010, luego de que se eliminara la maleza que cubría parte del complejo, se descubrieron edificaciones de piedras, galerías, una plaza rectangular y viviendas, como un centro urbano religioso con santuario. "Todo amurallado, un fortín de piedras en la meseta para evitar invasiones", agregó.

En quechua, Marcahuamachuco viene de MarkaPueblo, HuamanHalcón, ChukoGorro, es decir, Pueblo de Hombres con Gorro de Halcón.

"Es el centro preinca más importante de los Andes, con su propio idioma, el culli (que perduró hasta fines del siglo XX), con su dios y edificaciones no vistas en otros lugares arqueológicos peruanos", aseguró Vizconde.

Una de las paredes que llamó la atención es la de 50 centímetros de ancho en la zona denominada El Castillo, donde se descubrieron entierros, posiblemente de sacerdotes o nobles.

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