En el 2000, Angie Sanclemente Valencia fue coronada como Reina del Café en su país, Colombia. Quizá las ansias de poder la hicieron querer abarcar más de lo permitido, razón por la cual la modelo incursionó por el narcotráfico, según el fallo de la justicia argentina.

Sanclemente es acusa de liderar una red de narco modelos que trafican cocaína desde Buenos Aires (Argentina) a España con escala previa en Cancún (México). Sin embargo la modelo niega todos los cargos y alega que el narcotraficante era su novio argentino.

Inocente o no, no sería la primera vez que las modelos estén ligadas al narcotráfico. En latinoamérica la belleza y sensualidad parecen ser buenos amigo de la droga. Actrizes, cantantes y modelos han sido novias de narcotraficantes y en más de una ocasión han terminado involucradas en los negocios.

Varios libros son los que retratan estas historias,  Las muñecas de los narcos, de Andrés López y Juan Camilo Ferran, Las Fantásticas, de López, Jaque mate, de Rosso José Serrano, y Amando a Pablo, odiando a Escobar,de Virginia Vallejo, la pareja de Pablo Escobar, el famoso líder del cártel de Medellín (1949-1993).

Las bellas y peligrosas del Perú

En el Perú también tenemos casos similares. En el 2007 Malú Costa fue condenada a ocho años de prisión por colaborar con su novio en la venta de pastillas de éxtasis en discotecas de lujo de Lima.

En el 2010 la ex Miss Perú, Mariana Larrabure, fue detenida por presunta posesión ilegal de 67 gramos de marihuana.

La vedette Paola Ruiz pasó 15 días en prisión porque era investigada por su relación con un narcotraficante peruano, sin embargo no se le comprobó nada.

Otros casos en Sudamérica

En Bolivia, en febrero de este año, Mariana Molina, modelo y reina del carnaval de Santa Cruz de la Sierra, fue arrestada por, presuntamente, estar vinculada con un cartel de drogas. La joven de tan solo 20 años tiene dos autos cotizados en 73.000 euros y una vivienda de 102.000 euros.

En 2006, dos modelos argentinas, María Belén Téllez y Jessica Almada, fueron arrestadas en Barcelona cuando llevaban en sus maletas 18 kilos de cocaína. Estuvieron presas 15 meses hasta que se comprobó que la droga le pertenecía al manager que las acompañaba.

Cuerpos esbeltos, bellas y elegantes, así es como las quieren los narcotraficantes. Son presa fácil del dinero y muchas veces habilidosas para los ilegales negocios.