El país durante las últimas elecciones presidenciales desnudó grandes muestras de racismo y polarización entre peruanos a través de las redes sociales. Muchas personas se atrincheraron desde sus computadoras amenazando con realizar golpe de Estado, organizar marchas perjudiciales al país e incitando la violencia hacia gente que opinaba distinto. (Basta ver este post).

Aquel comportamiento, ocurrido durante la campaña electoral, ha regresado con un terrible hecho: la muerte del joven aliancista Walter Oyarce a manos de barristas de Universitario de Deportes. Tragedia que en vez de unirnos nos trae de nuevo a la guerra de bandos opuestos a través de Facebook. Una lucha sin cuartel que solo genera más violencia y no brinda tranquilidad a los deudos del joven.

En la página de Facebook: "Testigo de (U)na pasión, preso de (U)n sentimiento" se publicó una actualización de estado que trajo consigo diversas críticas en contra y muchos comentarios a favor de la moción.

Aquí un extracto del desatinado mensaje.

ERAN 3 HINCHAS DE LA U CONTRA MAS DE 20 CABROS. FUE UNA BRONCA DE BARRAS. EN ESAS BRONCAS EXISTEN CÓDIGOS. ASI COMO ERES VALIENTE PARA DECIR QUE "ERES LOCAL" EN EL MONUMENTAL O LLENARTE LA BOCA DE MIERDA, TAMBIEN SE VALIENTE PARA ACEPTAR LAS CONSECUENCIAS LAMENTABLES. SI HUBIERA SIDO AL REVÉS YA ME IMAGINO A LOS CAGONES UFANANDOSE Y HABLANDO COMO PENDEJOS.

En lugar de mostrar signos de arrepentimiento o de parar la cruel lucha por sentimientos inequívocos, los desadaptados (disfrazados de hinchas) continúan con su guerra de odio a través de este grupo de Facebook.

Aquí reproducimos algunos de los mensajes ofensivos publicados en esta red social tachando los nombres de los usuarios para evitar el intercambio de comentarios que solo acrecentaría esta contienda.:

Por su parte, Pedro Ortiz desde su blog en El Comercio: Trinchera Crema, opinó respecto al tema y mostró su desacuerdo con un sector de los hinchas de Universitario:

La sonrisa me duró cinco minutos. La muerte de Walter Oyarce desintegró la alegría desatada luego del gol de Morel. Vencimos a Alianza, nos bajamos al puntero, ¿pero de qué sirve si una vida se terminó por culpa de unos miserables? En los últimos posts, muchos de ustedes criticaban a quienes no asistían al Monumental. Con lo que ha ocurrido, no hay mucho más que decir. La violencia sigue ganando por goleada.

Además, Ortiz criticó a Julio Pacheco y la directiva crema por "lavarse las manos" del caso y entendió a los hinchas que sienten miedo asistir al estadio.

¿Quién va a querer volver al Monumental acompañado con su novia, su familia o su hijo? ¿Es posible criticar al hincha que decide no ir al estadio porque sencillamente no quiere arriesgar su vida? Dense cuenta de la situación a la que hemos llegado: Walter Oyarce salió de su casa a divertirse con su equipo, a pasar la tarde con amigos viendo fútbol, en un lugar supuestamente seguro como un palco suite. Pero unos salvajes, aprovechando la lenidad de los organizadores del clásico, lo mataron. Y lo más indignante es que Julio Pacheco, los palquistas y hasta el ministro del Interior se lavan las manos por lo sucedido.

Elkin Sotelo, desde su blog en El Comercio: Comando Azul, también salió, mostró su apoyo a la familia de Walter Oyarce y exhortó a los hinchas de ambos bandos a parar esta lucha sin sentido justo:

El asesinato a Walter Oyarce Domínguez es el corolario de toda nuestra involución como sociedad, de la pérdida del raciocinio, de un Perú que se quedó impávido en los tiempos primigenios de la violencia y que, por el contrario, lo celebró con irresponsabilidad e inmadurez. Es una penosa deuda que acumulamos y que sigue creciendo ante Dios.

¿Hasta cuándo seguiremos viviendo este clásico de odio?