Durante el año 2006, en una visita a Ayabaca, el entonces candidato presidencial, Alan García, criticó la actividad minera por crear muy pocos empleos y afectar el bienestar de la población. García prometió que su gobierno respetaría la voluntad del pueblo de Ayabaca frente al ingreso de proyectos extractivos y recalcó la importancia de enfocar la inversión en agricultura y no en minería.

En su discurso, García puso énfasis en la necesidad de empoderar a la población campesina.

“Se necesita una democracia de libertad pero con justicia social, que represente desde el gobierno a las mayorías campesinas trabajadoras, que represente a la inmensa mayoría de nuestra patria, para terminar con los gobiernos que solamente han representando el poder del dinero y el poder del imperialismo” concluyo el entonces  candidato presidencial.